"El mal no consiste en el 'tener'
como tal, sino en el poseer que no respeta la calidad y la ordenada
jerarquía de los bienes que se tienen".
Anónimo
Al
consumo se le ha considerado como la base esencial para que puedan subsistir
las diferentes sociedades, siendo este un medio por el cual el ser humano
cumple la mayoría de sus satisfacciones y necesidades de tipo materialista,
pero en la actualidad se ha considerado una problemática que alerta a las nuevas
generaciones, debido a que cada vez el ser humano consume en exceso.
Sin
embargo algunos de los productos que son adquiridos se derivan de los medios de
comunicación, los cuales se encargan de introyectar en el hombre que esos
productos deben ser obtenidos, para lograr estar dentro de un grupo social, y a
la vez sentirse satisfecho por poseer las cosas materiales y que quizás no eran
necesarias en el momento en el cual se obtuvieron.
Dentro
de una sociedad de consumo se presentan oportunidades variadas de poder gastar
en los centro comerciales cantidades de dinero exageradas, y dejando a un lado
el verdadero significado del poder
consumir, siendo que anteriormente se consumía lo necesario, pero en la
actualidad el hecho de consumir se percibe como un medio y no como un fin.
Sin
embargo el pertenecer a una sociedad de consumo exagerado trae consigo algunas
consecuencias, las cuales se ven influenciadas por la falta de control de
consumo, donde el ser humano considera que el hecho de pertenecer a un grupo social es necesario cumplir con
ciertos requisitos en este caso el consumo para sentirse aceptado dentro del
algún contexto ya sea familiar, social y cultural.
Derivado
del consumo el hombre puede llegar a cometer conductas antisociales con la
finalidad de obtener productos de lujo a costa de cualquier cosa, para sentirse
bien consigo mismo y demostrar a los demás que vale por todo lo que tiene y no
precisamente por lo que es, un ser, ente social, el cual está aquí para
relacionarse con los demás sin importar las cosas materiales que obtenga.
El
consumo es un acto natural y necesario. El consumismo es un acto artificial que
genera problemas que después no se puede solucionar. “Los sistemas de vida acomodados en diferentes modelos existenciales han
sido generados sobre una plataforma que pone las cosas materiales por delante
de las verdaderas realizaciones humanas”. (Lara, 2009, pág. 3) .
El consumo dentro de la sociedad es
necesario y fundamental para el desarrollo y supervivencia de los seres
humanos; pero la sociedad con el paso del tiempo, ha distorsionado esta
necesidad hasta dar pauta al consumismo el cual coloca de manera
primordial las cosas materiales. Llevando a las personas a sobrevalorar todo
lo posible y a no sentirse satisfechos con nada, al mismo tiempo que desarrolla
en muchos de ellos un rechazo hacia el esfuerzo y el sacrificio.
El
consumismo se sirve de nuestro deseo por tener las cosas cotidianas, las que
hay a nuestro alrededor y que se consideran socialmente deseables. Todos los
días en TV, en los carteles de las calles, en las revistas todo lo que anuncia
se considera deseable. Y ese afán por poseer y acumular se transmite en muchas ocasiones
a los hijos. (Cánovas, s/d, pág. 2)
Actualmente se ha creado una sociedad consumista
los jóvenes, se han convertido en unos grandes consumistas; los cuales se dejan
seducir por la apariencia de las personas que los rodean, dejando a un lado los
sentimientos de las personas debido a que todo lo reducen al materialismo.
Modificando la forma de pensamiento en base a todas aquellas ideas que los que
tienen el poder venden como buenas y “necesarias” para poder insertarnos en
determinado grupo social.
“La
tendencia adquisitiva es un comportamiento artificial, en el sentido de que es
producido por la pura socialización, que no conecta con instintos ni pulsiones”.
(Moulian, 1997, pág. 11) . Nos hemos
convertido en una sociedad en la que cuanto más tenemos, más queremos; creemos
que el valor de una persona radica en el tener; refiriéndonos a esto con
posesiones materiales, minimizando aquellas características que también son
pieza importante para alcanzar la felicidad.
Se considera al consumo desde el punto
de vista de la necesidad; pero lamentablemente esto ya no es así hoy en día
consumimos solo para satisfacer necesidades utópicas que se ha creado el ser
humano. Se puede hablar de un ser humano hedonista el cual está encaminado a la
búsqueda de la saciedad de sus deseos.
El ser humano ha perdido la capacidad de
decisión y reflexión en base a las situaciones que le rodean, creando más
importancia a los objetos materiales mediante los cuales se crea una felicidad
aparente. Si "tener más" es "necesario para permitir al hombre
ser más hombre, aquello lo encierra como en una prisión del momento que se
convierte en el bien supremo que impide mirar más allá"
No
siendo los bienes materiales el fin último del hombre sino un medio para él (o
para otros fines intermediarios), la constatación
empírica de que "mientras más progresa el bienestar físico más se
acentúa la decadencia de los bienes del alma"
(Moreno, 1992, pág. 2) .
En este sentido, el hombre es,
evidentemente, un ser de necesidades materiales, y por allí, es un ser de
consumo; si no consume se consume, podríamos decir.
Es importante hacer mención que el mal
no consiste en el 'tener' como tal, sino en el poseer que no respeta la calidad y la ordenada jerarquía de los
bienes que se tienen. La sociedad de consumo, en síntesis, "excluyendo […]
los valores espirituales", reduce "al hombre a la esfera de lo
económico y a la satisfacción de las necesidades materiales"; creyendo que
la felicidad está basada en los bienes materiales y en los estereotipos que la
sociedad con poder nos marcan como necesarios para sentirnos aceptados. Creando
de esta manera seres humanos que solo les importa el tener, el poseer cada día
más objetos materiales, basando en el valor de estos su felicidad. Creando
sujetos sin espiritualidad, sin ganas de ayudar al prójimo y aumentando sus
ganas de competitividad para demostrar quién es superior.
El
consumismo es un término hablado por la sociedad, el cual ha venido a cambiar a
la sociedad, su forma de pensar, intereses e inclusive las necesidades básicas.
Tal parece que se ha dejado atrás el cubrir con lo necesario, dado que ahora se
tiene la necesidad de cubrir más que eso, puesto que el mundo en el que se vive
y las nuevas tecnologías han generado un interés en las personas, al querer
tener posesiones o pertenencias.
Sin
embargo este fenómeno ha repercutido en los individuos, dado que se busca tener
cada vez más al precio que sea, llegando a cometer conductas antisociales para
adquirir tales pertenencias. Las ambiciones y los deseos de tener ya no se ve
solo en clases bajas, puesto que las clases altas ha generado una mayor
ambición por querer incrementar sus riquezas, buscando sus propios intereses o
beneficios.
Mucho
influyen los medios de comunicación para que se pueda generar esta
problemática, dado que ellos son quienes dan publicidad para que las personas
puedan llegar a un consumismo.
Se
ha alterado la formación de las preferencias individuales. La publicidad y los
avances tecnológicos han estimulado el efecto demostración de los individuos
(sobre todo, mediante las marcas y la emulación de otros individuos más o menos
famosos) que han propiciado nuevos estilos de vida, dando lugar, por un lado, a
la aparición de una nueva burguesía caracterizada por demandar aquellos bienes
y servicios que les permitan acudir a los centros de trabajo y, por otro, por
demandar servicios que propician la satisfacción de necesidades de forma
individual o en círculos muy cerrados. Gracias a todo ello la oferta se sigue
manteniendo, e intenta aumentar sus cuotas de mercado.
(Galindo, 2012, pág. s/p)
Derivado de esto la forma de vida de las
personas ha ido cambiando, el querer tener más, intentando ser alguien,
ocupando un lugar en la sociedad, buscando ser reconocidos, dejar huella. Sin
embargo esto solo queda en una utopía, dado que el querer posicionarse en un
estatus alto ha repercutido en las conductas y los deseos de posesión.
Ahora cada que alguien ve un teléfono
nuevo, un nuevo celular, entre otros, el deseo de obtener esa pertenencia es
cada vez más grande, aun cuando no se tienen los recursos económicos para
adquirirlos, de ahí que buscan la manera para conseguirlo de forma que se fácil
adquirirlo, llegando a la comisión del delito de robo el cual se encuentra
estipulado en el artículo 287 “Comete el delito de robo, el que se apodera
de un bien ajeno, mueble, sin derecho y sin consentimiento de la persona que
pueda disponer de él, conforme a la ley”. (Código Penal del Estado de México , 2011)
Pero no solo en delito de robo, como se
había mencionado anteriormente esta problemática ha alcanzado todos los niveles
sociales, en las clases altas el deseo de tener más, incrementar su riqueza ha
conllevado a delitos de cuello blanco, tal es el caso del fraude el cual al
igual que el robo se encuentra estipulado como delito en el artículo 305 “Comete el delito de fraude el que engañando
a otro o aprovechándose del error en que éste se halla ilícitamente de una cosa
o alcance un lucro indebido para sí o para otro”. (Código Penal del Estado de México , 2011)
En conclusión se puede deducir a la
necesidad de una concientización entre las personas, para poder dejar a un lado
el consumismo, el cual repercute en el deseo de tener, poseer para poder llegar
hacer, todo esto en solo un estereotipo, ya que solo se busca la satisfacción
de necesidades sin pensar en el otro, sin importar como es adquirido un bien
material.
Se requiere de una reflexión sobre la
adquisición de objetos materiales siempre y cuando estos le permitan sentirse
bien no solo consigo, si no con los demás, buscando también el bienestar de los
demás. Llegando al punto de realmente ser una persona que se base por
principios leyes, por lo bueno y no solo por el llegar a tener sin dejar huella
alguna en esta sociedad.
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