Contextualización de la Obra

 

En este apartado se analizaran las ideas principales de la obra del autor, basados en la diferencia entre el tener y ser desde diferentes perspectivas, así como las modificaciones que tiene el ser humano a través del tiempo y las consecuencias derivadas del mismo.

3.1 La diferencia entre tener y ser
3.1.1 Una primera ojeada

En este apartado se considera que el tener resulta algo normal, dado que dentro de las distintas culturas resulta ser esencial tener cada vez, y que la misma sociedad se considera que vale por lo que posee, de no ser así ante el medio social no es nadie, si tienes eres, si no tienes no eres nadie ante el entorno en el cual se interactúa, sin embargo la esencia del valor humano se ha ido perdiendo por la distorsión del tener y el ser. (Fromm, 2013, pág. 37)

Marx (citado en Erich Fromm,) refiere que ´´el tener lujos resulta un defecto, tanto en la pobreza, y que nuestra meta debe consistir en ser mucho y no tener mucho´´, pero ambos términos se consideran fundamentales para la experiencia, dado que en el modo de su existencia no se anhela tener algo sino que se gozan de tal manera que se emplean de manera productiva para ser identificadas ante el mundo.

La diferencia entre tener y ser depende de una sociedad interesada en las personas y la otra en las cosas, pero la orientación del termino tener es característica de una sociedad industrial occidental, siendo que se utiliza con el afán de que exista poder, convirtiéndose en un problema dominante de la vida, la cual ocasiona que las sociedad no tengan conocimiento de la verdadera esencia del ser humano.

Sin embargo las nuevas generaciones cada vez se vuelven más consumistas con la finalidad de integrarse a algún grupo social, donde el consumir resulta satisfactorio para subsistir a lo largo de la vida, convirtiéndose en un hábito de consumir en cantidades excesivas, de no ser así provoca angustia al no adquirir lo deseado y refiriendo que son lo que tienen y lo que consumen.

3.2 Tener y ser en la experiencia cotidiana

Se vive en un contexto dentro del cual el hecho de adquirir algunas propiedades resulta un modo de existir para los demás, donde la mayoría considera el modo de tener de una manera natural, pero resulta complejo comprender la naturaleza derivada del modo de ser y de tener de los individuos en las distintas culturales, dado que existe la confusión de los términos. (Fromm, 2013, pág. 50)

Desde una perspectiva de aprendizaje para los individuos implica el tener quien los guie por el camino adecuado en este caso serían los maestros y el ser relacionado a lo aprendido, conocimientos adquiridos durante el lapso de aprendizaje dentro del aula implementados por los maestros y puestos en práctica en la vida cotidiana, aplicándolos ante cualquier circunstancia.

Respecto a la memoria en el modo de tener implica recordar las cosas en sentido mecánico, donde existe una relación entre cuestiones lógicas, y en el modo de ser es recordar de manera activamente todas las palabras, ideas, relacionándolo con datos sencillos, y en los cuales existe una estrecha relación, no tiene relaciones mecánicas ni lógicas, sino las poseen de manera vital.

En la conversación la forma de ser de cada persona se apoya en lo que tiene, así como el modo de ser, al momento de entregarse y de responder, de manera plena a la conversación y no se inhiben porque no tiene miedo de que la personas descubran lo que realmente son en su propia esencia, sin importar lo que tengan.

En relación a la lectura el tener implica contar con cierta cantidad de libros, los cuales se han leído durante su formación académica, considerándose la lectura de manera básica y el ser relacionado a los lectores, en lo cual se advierte que todo libro admirado carece de un valor limitado, logrando comprender en lagunas ocasiones mejor la obra que el mismo autor.

El ejercicio de la autoridad implica un punto crítico del tener autoridad y ser autoridad, siendo que se consideraba que los sujetos que podían tener autoridad eran aquellos que dentro de una sociedad burocrática y organizada de manera jerárquica ejercía autoridad, salvo que fuera de nivel bajo era sometida a la autoridad y el ser autoridad se basaba en la capacidad para realizar funciones derivado de un alto desarrollo de integración.

El tener conocimientos y conocer, el primero es tomar y conservar la posesión del conocimiento disponible, mientras que conocer resulta funcional y solo sirve como medio de proceso por el cual se piensa de manera productiva, debido a que el conocimiento empieza con la conciencia de todo engaño el cual se percibe a través de los sentidos de manera que nuestro panorama de la realidad física es utópico.
Así mismo el tener funciona como un medio que implica apoderarse y sujetar al objeto amado, mientras que el ser existe un intercambio de sentimientos que los hacen ser ante la sociedad.

Amar tiene dos significados, según se hable en el modo de tener o de ser. El amor es una abstracción, quizá una diosa o un ser extraño, aunque nadie ha visto esa diosa, solo existe el acto de amar como una actividad productiva que implica cuidar, conocer, responder, afirmar y gozar de una persona, un árbol, una pintura o una idea. (Fromm, 2013, pág. 65).

Se puede considerar al amor como un elemento fundamental para llegar a obtener una felicidad utópica, basada en la fe mediante la imposición de un estereotipo ideal, al cual cada individuo le asigna un valor de acuerdo a sus perspectivas. Mientras que en el ser la fe constituye un campo de ideas o actitudes que conforman al ser humano.

3.3 Tener y Ser en el antiguo y en el nuevo testamento y en los escritos del maestro Eckhart

Uno de los principales temas del Antiguo Testamento es: deja lo que tienes; libérate de todas las cadenas, se tú mismo.

En este sentido se hace alusión a las tribus hebreas; las cuales pierden su esencia adoptando las ideologías que la sociedad superior (económica) les imponía; convirtiéndose en esclavos que adoptan a los ídolos y a los dioses ricos.

Esta ideología se imponía de manera rigurosa pues “el Shabbat fue el más importante de los conceptos bíblicos y del judaísmo. Era el único estrictamente religioso de los diez mandamientos: hasta lo profetas contarios a los ritos insistieron en su cumplimiento […]”. (Fromm, 2013, pág. 70)

Lo que origina nuevas ideologías en oposición a la esclavitud y a la represión impuesta por pequeñas masas, renovando así la visión de la libertad humana, protestando la sumisión a los ídolos, que son obra de las manos del hombre pues solo busca los fines de unos cuantos dejando a un lado los fines en común, creando el amor al prójimo sin juzgarlo, condenando a la acumulación de la riqueza y renunciando a las estructuras del poder y a la presencia de tentaciones.

San Justino (citado en Tener o Ser, 2013), “nosotros que amábamos la riqueza (los bienes muebles) y las posesiones (las tierras) sobre todas las cosas, hoy día tenemos propiedades comunales y las compartimos con los necesitados”. (Fromm, pág. 77)

Sin embargo los seres humanos no han aprendido a compartir sus riquezas, son egoístas consigo mismos, pues asumen etiquetas que no les corresponden, convierten lo ajeno en propio, resaltando aquí el deseo como una causa del sufrimiento humano dando paso a una riqueza espiritual, la cual consiste en una pobreza interior, creado un individuo pobre, ya que no desea nada, no posee nada y no tienen nada, traspasando la frontera de las cosas buenas convirtiéndolas en malas cuando nos aferramos a ellas. 
Por el contario el ser debe ser capaz de superar todas las formas de estar atado al ego y a la codicia.

3.4 Análisis de las diferencias fundamentales de los modos de existencia

3.4.1 ¿Qué es el modo de tener?

Actualmente el tener se abordad desde dos perspectivas la propiedad privad y el poder; la sociedad adquiere y posee sin importarles lucrar con sus otros, con sus derechos y con sus ser. 

Se llama propiedad privada a la persona o personas que la poseen, son sus dueños absolutos, y tienen poder pleno para privar a los demás de su uso o gozo. Se supone que la propiedad privada es una categoría universal y natural, pero de hecho constituye la excepción y no la regla. (Fromm, 2013, pág. 87)

En este sentido la propiedad privada es exclusiva de unos cuantos, es ceda por sí misma y es limitada, partir de la cual se obtiene ganancias, por lo que sus dueños son admirados como seres superiores creando en la sociedad el capitalismo, pues los que tienen poco desean poseer algo sin apreciar las escasas propiedades de sus pertenencias, mientras que los que poseen en gran cantidad se obsesionan por seguir obteniendo y aumentar sus ganancias.

En sentido más amplio el tener su vuelve problemática cuando el placer no existe en lo material, sino en lo personal (espiritual), ´´las personas se transforman en cosas, sus relaciones mutuas se adquieren en carácter de propiedades”. (Fromm, 2013, pág. 89); él tener rebasa las barreras de lo material, pues actualmente los individuos tienen la necesidad de poseer a las personas, explotando su dignidad humana y convirtiéndolos en materia, en medio y no en un fin, transformando al individuo en propietario. “Nuestro yo es el objeto más importante para nuestro espíritu de propietario, […] incluye muchas cosas: nuestro cuerpo, nombre, posición social, posesiones ([…] conocimientos), la imagen que tenemos de nosotros y la imagen que deseamos que los otros tengan de nosotros”. (Fromm, 2013, pág. 89)

Es claro como el individuo posee la facilidad de convertirse en un propietario, dueño de sus semejantes desvalorizándolo y cosificándolo como objeto del consumismo, dando pauta a la relación adquirir-tener y usar transitoriamente-desechar-una nueva adquisición forjando un circulo viciosos del que nadie está exento, dando lugar a una naturaleza en la que “yo soy lo que tengo” misma que le forja una identidad.

Sin embargo las personas que han sido objeto de cosificación llegan a la rebelión, pues al crecer se ve forzada a abandonar los intereses, adoptando una nueva voluntad no autónoma impuesta por los pensamientos de cada sociedad, ya que cada una crea sus propias reglas de convivencia.

“Fromm refiere que el tener libertad no significa liberarse de todos los principios, sino libertad para crecer de acuerdo a las leyes de la estructura de la existencia humana”. (Fromm, 2013, pág. 97)

Así la sociedad establece un código para comunicarse, al cual denominaron lenguaje medio que favorece su comunicación, orientándose a una forma de tener mediante el cual se crea una despersonalización en la que cada individuo forja una ilusión en baso a lo inmortal.

3.5 ¿Qué es el modo de ser?

El modo de ser tiene como características la independencia, la libertad y la presencia de la razón critica, en el cual cada persona posee talento, facultades y riqueza y dones, para ello se requiere renunciar de un egocentrismo y egoísmo convirtiéndonos en pobres, por ende Fromm realiza una clasificación en activos y pasivos en la cual la primera, la persona está mal adaptada, mientras que los segundos son los normales y adaptados.

En la sociedad contemporánea los modos de existencia de tener y de ser son potencialidades de la naturaleza humana, nuestro afán biológico de sobrevivir ti ende a fomentar el modo de tener, sin embargo el egoísmo y la pereza son propensiones inherentes a los seres humanos. (Fromm, 2013, pág. 116)

Por lo anterior para poder llegar a ser, las personas no pueden solo guiarse por la esperanza de obtener ventajas materiales, dado que tienen la ideología de ser lo que tienen, así pues, si poseen abundantes riquezas, propiedades privadas, y tienen bajo se posesión a diversas personas creen estar realizados por completo, se sienten satisfechos, abordando la ambición sin importarle el lucro.

3.6 solidaridad y antagonismo

Muchas veces, caemos en procesos en los cuales la cosificación de vuelve una herramienta para mantener distancia, para mantener la propia seguridad, ante la posibilidad de amar, se cosifica a la pareja para defenderse y evitar caer en el amor verdadero. La cosificación como un cordón de seguridad, como una barrera. Las manifestaciones de esta forma de cosificación pueden ser muchas, desde usar a la pareja, evidentemente maltratándola para mantener la distancia, hasta mantenerse en la posición de “solo amigos”, tomando lo que se necesita del “amigo” sin comprometerse con una relación de pareja seria.

Las personas centradas en tener desean tener a la persona que les agrada o admiran. Esto puede advertirse en las relaciones entre padres e hijos, entre maestros y estudiantes, y entre amigos. Ningún miembro de la pareja se satisface sencillamente gozando del otro; cada uno desea tener a la otra persona para sí. Por ello, cada uno siente celos de los que también desean "tener" al otro. Cada miembro de la pareja busca al otro como un marinero que en un naufragio se aferra a una tabla: para sobrevivir. Predominantemente, las relaciones de "tener" son pesadas, cargantes, llenas de conflictos y celos. (Fromm, 2013, pág. 127)

La inteligencia es el discernimiento de lo esencial, y para discernir lo esencial hay que estar libre de los impedimentos que la mente proyecta en busca de su propia seguridad y comodidad. El temor es inevitable mientras la mente busca seguridad; y cuando los seres humanos están regimentados en alguna forma, se destruyen la inteligencia y la actitud alerta.

Si hemos de tener verdaderas relaciones humanas los unos con los otros, no debe haber compulsión, ni siquiera persuasión. ¿Cómo puede haber afecto y cooperación genuinos entre los que están en el poder y los que están sometidos a ese poder? Mediante la consideración desapasionada de esta cuestión de la autoridad y sus muchas implicaciones, a través de la observación de que el mismo deseo de poder es en sí destructivo, surge enseguida una comprensión espontánea de todo el proceso de la autoridad. Desde el momento en que desechamos la autoridad, estamos en consorcio con los demás, y sólo entonces es que hay cooperación y afecto.

En términos más generales, los elementos básicos en la relación entre los individuos del modo de existencia de tener son la competencia, el antagonismo y el temor. El elemento del antagonismo en la relación de tener proviene de su naturaleza. Si tener es la base de mi sentimiento de identidad, porque "yo soy lo que tengo", el deseo de tener produce el deseo de tener mucho, de tener más, de tener lo más que se pueda. En otras palabras, la codicia es el producto natural de la orientación de tener. Puede ser la codicia del avaro o la codicia del ansioso de lucro o la codicia del cazador de mujeres o de hombres. Sea lo que sea lo que codicie, el codicioso no puede tener bastante, no puede quedar saciado. (Fromm, 2013, pág. 128)

3.7 temor a la muerte-afirmación de la vida

En la medida en que vivimos en el modo de tener, tememos a la muerte. Ninguna explicación racional suprimirá este temor; pero puede disminuirse, aun a la hora de la muerte, mediante nuestra reafirmación de nuestro vínculo con la vida, mediante una respuesta al amor de los otros que puede inflamar nuestro propio amor. La pérdida del miedo a morir no debe comenzar como preparación para la muerte, sino como esfuerzo continuo por reducir el modo de tener y aumentar el modo de ser. Como decía Spinoza: Los sabios piensan en la vida, no en la muerte.
La instrucción sobre cómo morir es, desde luego, la misma que la instrucción sobre cómo vivir. Cuanto más nos libremos del afán de poseer en todas sus formas, en especial de nuestro egocentrismo, menos poderoso será el temor a la muerte, ya que no tendremos nada que perder. (Limito este examen al temor a la muerte como tal, y no estudiaré un problema insoluble: los sufrimientos que nuestra muerte les puede causar a los que nos aman) (Fromm, 2013, pág. 142).

Fromm hace algunas sugerencias sobre cómo surge este tipo de sujetos. Dice que debe existir algún tipo de influencia genética que les previene de sentir o responder a los afectos. También añade que deben haber tenido una vida tan llena de frustraciones que la persona se pasa el resto de su vida inmerso en la rabia. Y finalmente, sugiere que deben haber crecido con una madre también necrófila, de manera que el niño no ha tenido a nadie de quien recibir amor. Es muy posible que la combinación de estos tres factores provoque esta conducta. Aún así, subsiste la idea de que estos sujetos son plenamente conscientes de su maldad y la mantienen. Desde luego, son sujetos que necesitan estudiarse más profundamente.

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